El coeficiente de recuperación se define como el cociente entre el volumen de aguas servidas que ingresa a la red de alcantarillado y el volumen de agua potable consumido por los usuarios. Este indicador es clave para la planificación y gestión de las redes sanitarias, permitiendo evaluar la eficiencia de recolección de aguas residuales y la magnitud de infiltraciones o pérdidas en la red.
Según las directrices de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), se establece un valor de referencia (0.8), aunque cada empresa sanitaria puede ajustarlo en función de estudios técnicos fundamentados. La determinación del coeficiente de recuperación permite a las empresas:
En este estudio, Graning desempeñó un papel clave en la generación de conocimiento técnico para optimizar la gestión de los sistemas de alcantarillado. La empresa desarrolló una metodología integral para estimar el coeficiente de recuperación de las cuencas analizadas, considerando la zonificación de los territorios, el balance de caudales y la influencia de fenómenos como la infiltración y la exfiltración en la red de colectores. Este enfoque permitió combinar herramientas teóricas, flujométricas y químicas, logrando una evaluación precisa y robusta de los sistemas, adaptable a distintos escenarios operativos.
Graning también consolidó y procesó información histórica de volúmenes de agua potable y aguas servidas, aplicando modelos estadísticos avanzados por medio de simulaciones aleatorias, para evaluar la incertidumbre de los resultados y generar intervalos de confianza adecuados. Este análisis permitió identificar sectores de la red más vulnerables a infiltración o exfiltración, así como evaluar el impacto de la infraestructura y las características de cada cuenca sobre la eficiencia del sistema.
Los resultados del estudio aportan de manera directa a la planificación y toma de decisiones de la empresa sanitaria, proporcionando información clave para priorizar inversiones y mantenimientos en la infraestructura, y asegurando que la operación del sistema se alinee con los objetivos definidos por la normativa y los planes de desarrollo institucional. De esta manera, Graning no solo entregó un diagnóstico detallado del estado de los sistemas, sino que también generó una herramienta metodológica replicable y aplicable a otras cuencas, consolidando su valor como socio estratégico en la gestión eficiente y sostenible de los recursos hídricos.




